Duodécimo paso

Con mi Poder Superior recupero el sano juicio, la buena vida. “Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos Pasos, intentamos llevar este mensaje a las personas que sufren y practicar estos principios en todos nuestros actos” Ahora siento que me toca a mí ayudar; lo que el Programa me ha enseñado es a hacerlo sin protagonismo, aceptando que no se cumplan mis deseos, sin que el fracaso me lo tome como algo personal; son las personas que me propongo ayudar las que me enseñarán humildad, las que me harán mejor persona; no porque mi ego sienta lo bien que lo hago sino porque ellas me van a enseñar a hacerlo, a superar mis deseos incumplidos como la única forma para tener una buena relación con ellos. Son esas personas que aún sufren las que dan sentido a mi vida, me siento unidas a ellas al entender su sufrimiento, el mismo por el que tuve que pasar yo para ahora sentir que puedo ser de ayuda, también como agradecimiento a los que se ocuparon de mí. Crecer en mi parte espiritual, salir a la Naturaleza, tener un contacto con mi Poder Superior me ayuda en este paso, me permite aceptar el resultado de mis esfuerzos, de lo que pase. Sé que yo sólo soy un instrumento, tengo que propiciar los medios necesarios para llegar al lugar adecuado, la Naturaleza; es ella la que nos da lo que necesitamos, yo sólo tengo que aceptar el resultado de lo que pase, guiarnos por el camino con toda la prudencia de que sea capaz. Mi sano juicio me ayudará.