Como me cuesta avanzar. “Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestros defectos”. Algo me impide avanzar, mis pensamientos me hacen creer que es la pereza pero intuyo que es algo más poderoso, mi ego; tener que reconocer ante otra persona mis defectos de carácter. Durante mucho tiempo los he tenido ocultos en lo más profundo de mí; ahora que con el Paso Cuarto los he sacado a la luz, he sido consciente de ellos, los he podido escribir, este Paso Quinto me pide que me doblegue más, que me derrote más, se los tengo que decir a otra persona; pero a quién, a qué persona podría yo contarle lo que tanta vergüenza me da. Me resulta increíble que esto me esté sucediendo, no solo estoy sacando a la luz las cosas por las que me avergonzaba, por las que utilizaba el alcohol, las drogas, las adicciones para no verlas, sino que ahora además de desenmascararlas para mí, se las tengo que decir a alguien. Siento que esto es lo que me hace postergar este paso, me cuesta encontrar a esa persona; alguien que no me juzgue, que no me haga sentir mal, que no me menosprecie, que no critique mis comportamientos, que no cuente a otras personas los que han sido durante tanto tiempo mis más guardados secretos, esos que todos veían, menos yo. Mi ego vuelve a interponerse entre mi recuperación y yo. Vuelvo a sentir que la única forma de avanzar en El Programa es mediante la derrota. Tener la humildad necesaria para pedir ayuda me acerca a la buena vida.
