Compartir en los grupos me ofrece una oportunidad de ir conociéndome. A través de los testimonios de los demás, de esforzarme por dar forma al mío, por decir en voz alta cómo me voy viendo, en la relación conmigo, con los demás; los grupos me ofrecen la oportunidad de ir conociendo mis emociones, la manera en cómo siento, cómo respondo a lo que sucede en el exterior. Al juntarnos un grupo de personas con una finalidad común, tener relaciones sanas, afectuosas, podemos dar un sentido a lo que decimos. Poco a poco vamos desenmascarando las cosas de nuestra naturaleza que nos hacen sufrir, las que antes no queríamos ver, las que nos resistíamos a aceptar. El Programa me permite ir viendo lo que está en mi naturaleza, sin sufrir, pero a cambio me pide paciencia, no intentar solucionar el problema de gran parte de mi vida en unos meses, en pocos años. Con los testimonios vamos desdramatizando lo que antes me causaba terror mirarlo de frente, sacarlo a la luz. Necesito unos años para ir dándome cuenta de cómo soy antes de hacer un Paso Cuarto, para sin temor, poder escribir mis defectos de carácter, esos que hacen sufrir, a mí, a los demás. Hasta ese momento solo he logrado cambiar maneras de comportarme, que son evidentes para mí, para los demás, pero que no se sostienen en el tiempo, cayendo una y otra vez en los mismos defectos de carácter. No será hasta este Paso Siete cuando logre transformarme, liberarme de los comportamientos que más daño hacen. Hacer El Programa sin prisas, derrotándome ante la impaciencia me acerca a la buena vida.
