Al igual que ante un profesor o un alumno, necesito derrotarme ante la impaciencia, para poder aprender yo, enseñarle a él; necesito derrotarme ante la impaciencia ante lo que dicen, lo que hacen, cómo lo dicen, cómo lo hacen. No solo se manifiesta la impaciencia con mis actitudes ante el tiempo, querer que las cosas sucedan lo antes posible, forzar a que sucedan; también se me manifiesta ante los comportamientos de los demás, lo que hacen, lo que dicen. Es cuando me siento superior o inferior a alguien, a los demás; cuando siento que estoy ante una persona o varias que me mandan, a las que mando, cuando son él, ellas las que influyen en mí, sobre las que yo influyo, es cuando no me siento uno más sino que me encuentro en un nivel diferente, por encima, por debajo, es en esas situaciones cuando mi impaciencia se manifiesta, molestándome por lo que dicen, lo que no dicen, lo que hacen, por lo que no hacen, tanto si es con una persona muy cercana como si es lejana; es en esas situaciones donde puedo manifestar mi impaciencia, molestándome por sus tiempos, porque las cosas no sucedan en los momentos en los que yo creo que deberían de suceder, de la manera de como yo creo que deberían de suceder. Hoy me he derrotado ante la impaciencia, no he forzado a la otra persona para que acepte una situación que yo quería. Solo por hoy me derrotaré ante la impaciencia.
