Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos de carácter; este enunciado del Paso Siete me lleva a conectar con mi Poder Superior, la Naturaleza. Es con su ayuda con la que tengo esperanzas de liberarme de los defectos de carácter que más daño me hacen. Ya he podido sentir sus beneficios, sentirme liberado de tres de los defectos con los que más daño causé, a mí, a los demás, la ira, la envidia, los celos. Es a través del contacto con mi Poder Superior, la Naturaleza, como me vuelvo consciente de mi situación, de mis comportamientos que hacen daño. Es a través de mi sano juicio, ese que logra hacerme ver de entre lo que quiero lo que me conviene, como mi Poder Superior, la Naturaleza, se pone en contacto conmigo; de una forma reveladora puedo ver sin filtros, sin dramatismos, sin autoengaños, mi situación, la situación de los que están conmigo. La primera palabra del Paso Siete, humildemente, me reconforta, saber que aunque yo solo no puedo, hay un Poder muy Superior a mí que me va a ayudar; que sé cómo lo va ha hacer, a través de mi sano juicio; que sé dónde lo va ha hacer, en la Naturaleza; que sé a través de quién lo va ha hacer, las personas que me acompañan en mi recuperación; que sé cuándo lo va ha hacer, solo por hoy. Es con El Programa de los Doce Pasos como puedo ver otra forma de vivir, una donde yo soy el protagonista; siento que en mi mano está poder acercarme a la buena vida.
