El Programa. Paso Tres III

Solo por hoy no voy a intentar solucionar todos los problemas de mi vida, me dedicaré a conectar con mi yo más íntimo, a pasar el día dando prioridad a mis relaciones con los demás, dejando en un segundo plano lo que me propongo, sin crear conflictos; pensar, decir, hacer cosas que me ayuden a conseguir relaciones sanas. Este paso es para disfrutarlo, para vivir, dejar vivir la vida de los demás, soltar, aceptar lo que pase, sin autocompasión. Este paso tres es para buscar a mi Dios, la Naturaleza, para que me ayude a superar el temor que me produce ver ese defecto de carácter que me aparta de los demás, que no me deja mantener unas buenas relaciones, duraderas, profundas, auténticas; ese defecto que me impide hacer el bien sin hacer daño. Dejar que sea lo que escucho más importante que lo que tengo que decir. No es tan importante, en este paso tres, lo que manifieste; cuantas menos cosas diga menos cosas tendré por las que arrepentirme, menos daño haré, menos remordimientos tendré. Ser consciente de que cuando hablo manifiesto todos mis temores, propósitos, frustraciones, ambiciones, angustias en los demás, es cuando hago daño; cuanto menos hable, cuanto más escuche podré vivir mis 24 horas, solo por hoy sin los remordimientos, sin sentir el aislamiento de los demás. Incluir en mi oración diaria, hablar menos, escuchar más. Buscaré a mi Dios, la Naturaleza, para que me ayude a encontrar mi sano juicio, el que me acerca a la buena vida.