Paso uno, cuanto más derroto a mi ego mejor me siento. “Admitimos que éramos impotentes ante otros y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables” Andar, compartir, conectar conmigo, con ellos, con los que quieran, con la Naturaleza. Esto es lo que me ofrece El Programa y comienza en el Paso Uno. Derrotarme ante todo lo que me hace daño; ver la derrota como el mayor de los valores, el que me libera, el que me permite acceder a la buena vida. Tomar conciencia de mi vida, de la de los demás, sentir la derrota como la única forma de poder acercarme a ellos, lo que me ha permitido ver que hay una vida donde se puede sentir amor, desinteresado, por mí, por los demás. He tenido que tocar fondo para verlo, ahora me toca aprender, cambiar mi naturaleza, lo que llevo pensando, diciendo, haciendo gran parte de mi vida. A una persona tan complicada como yo, El Programa me lo pone fácil, solo tengo que derrotarme ante lo que me hace daño y no puedo con ello, solo por hoy, solo por 24 horas. Sé lo que es eso que me ha llevado a tocar fondo, ya no puedo ocultármelo, mi humildad se ha impuesto, se acabó. Ver mi vida pasada, ayer, como algo a lo que no quiero volver, una vida ingobernable, triste, solitaria, ante la que solo por hoy no quiero volver. Este paso uno me transmite la esperanza de que se puede, que puedo vivir solo por 24 horas otra vida; donde a través de la derrota ante la desconfianza pueda acercarme a la buena vida.
