Paso Diez LII, Servicios

Hay un comportamiento que me ha creado muchos conflictos. En un grupo organizado, sea familiar, de amistad, de trabajo, de asociaciones, de solidaridad, de lo que sea; cuando veo que alguien no colabora con lo que debería, sino colabora más o menos como lo hago yo, como lo hacen los demás; en esos momentos mis emociones se desequilibran, me producen un sentimiento de rechazo hacia esa persona, o de conflicto con ella; después con el resto del grupo. Al llegar a esta Paso Diez, veo que colaboro más, con mejor disposición, y lo mejor es que no pido que los demás colaboren como yo lo hago. Es una nueva sensación, la de poder servir, la de hacer cosas por mí, por los demás, sin esfuerzo, sin reproches. La actitud de servir la noto en casa, en el trabajo, donde nos reunimos en un grupo de amigos, de vecinos, de asociaciones; cuando antes pedía a los demás que también colaboraran, ahora me sale colaborar de forma espontánea, sin prestar atención a lo que hacen los demás, sin esperar a que los demás asuman su parte. Este nuevo comportamiento me evita muchos conflictos, mucho sufrimiento. Con él puedo sentirme útil, a mí, a los demás, sin esperar que me devuelvan el mismo comportamiento, que hagan lo que yo deseo. Comienzo a ver que esta nueva actitud es necesaria para poder dar bien un Paso Doce; ayudar a los demás sin perjudicarles, no acabar haciendo daño por querer ayudar, no acabar haciendo el mal por querer hacer el bien. Hacer servicios me acerca a la buena vida.