Mi Poder Superior me ayuda a tener Fe, Fe en mí mismo. Lo consigue cuando me devuelve el sano juicio y consigo practicarlo. En ese momento se me van los temores a lo que pueda pasar, al futuro. Cada vez que recaigo en los temores, cuando pierdo mi equilibrio, necesito buscar la relación que tengo con mi Poder Superior para sentir la Fe en mí mismo, necesito de su inspiración para volver a recuperar el sano juicio, mi equilibrio, de esta manera vuelvo a liberarme de los temores. Son los temores los que hacen que manifieste mis defectos de carácter, esos comportamientos con los que hago daño, a mí, a los demás; la forma de liberarme de ellos es mediante la Fe en mi mismo, sentir que puedo estar bien en cualquier circunstancia. El temor a que no saque los trabajos hace que manifieste la ira; el temor a verme engañado es el que saca mi desconfianza, el temor al abandono es el que saca mis celos, el temor a que no me quieran es el que saca mi envidia, el temor a que no consiga lo que me propongo es el que manifiesta mi impaciencia. Es a través de la Fe en mi mismo como me libero del temor. Aceptar que soy vulnerable, imperfecto, poner todo el amor que pueda en lo que digo, en lo que hago; vivir el solo por hoy, con la máxima de lo que viene conviene. A mi Poder Superior no le busco en los templos, ni en el cielo, le busco en La Naturaleza, él tiene la fuerza para hacerme recuperar la confianza en mí mismo. La Fe, que me da mi Poder Superior, en mí mismo me acerca a la buena vida.
