Una de las actitudes que más daño me han hecho es ir de víctima, dejarme llevar por la autocompasión. He podido ver cómo lo que parece bueno después no lo es y lo que parece malo es lo que tiene más capacidad para lograr hacerme mejor persona. El ejemplo de mis adicciones es muy claro pero hay otras muchas cosas que me han ido pasando en la vida, cosas malas que me han demostrado que la mejor manera de ser es afrontando, con sano juicio, las adversidades, los problemas, los duelos, las enfermedades físicas, mentales, las rupturas, los conflictos, afrontando mi parte oscura, la que hace daño. El Paso Tres creo que se basa en la confianza. Para soltar necesito adquirir confianza, trabajarla a través de tener fe en mí, en mi Poder Superior. Me sorprende cómo cuando trabajo este paso vivo más cerca de la buena vida, lamentablemente mis hábitos me llevan a olvidarme frecuentemente de la confianza, de la fe, de soltar. Tengo que seguir perseverando en mantener vivo este paso en mis 24 horas. El programa y los grupos me han enseñado un estilo de vida; al igual que los católicos, musulmanes, judíos, budistas, todos tiene sus rituales, sus hábitos, sus tiempos de dedicación, yo he integrado en mi vida un programa espiritual, que considero el más libre de los que conozco, sin dogmas. Mi Poder Superior se ha convertido en el apoyo más importante para recuperar mi equilibrio. No concibo vivir en libertad sin su ayuda. Mi Poder Superior me hace ver que formo parte de esta vida, que necesito estar en armonía, fluir con ella. Él me ha traído, él me mantiene, él me llevará pero mi alma permanecerá para siempre aquí.
