Este paso ha sido la llave al programa de los Doce Pasos. Qué me impide creer en mi Poder Superior. En muchas cosas tengo la convicción de que haciendo tal cosa voy a estar mejor, ser más feliz; como alimentos sanos que me hacen estar en mi peso adecuado, confío en la utilidad de los alimentos; confío en la utilidad de andar, leer, escribir, me siento físicamente más activo, más vivo. No se trata de si mi intelecto me permite creer o no creer sino de si es útil la espiritualidad. Con mi Poder Superior logro aceptar lo que sucede como su voluntad; entiendo que él no ha creado sólo las cosas buenas sino también las malas, yo tengo que aceptar las dos, eso me hace estar mejor con el mundo, más feliz. Soy una parte del mundo a la que suceden también cosas buenas y malas. No me planteo problemas teológicos ni lógicos sino si la espiritualidad me produce bienestar. No es este suficiente motivo para no dudar de su existencia? Si valoro todo lo que hago en base a mi bienestar no tengo porqué cerrarme las puertas a la espiritualidad, ella es quizás la que más bienestar me da, la que se lleva mis angustias al temor de un mañana, la que me hace perder miedos a lo que suceda, me aporta tranquilidad, compañía, amor. Creo que todo esto es suficiente para que valore a mi P.S. como algo bueno para mí; que merece que le dedique tiempo a buscarle; cuanto más le busco más noto su influencia en mi bienestar. Él me acerca más a la buena vida
