El motivo por el que estoy escribiendo esto es el sentimiento profundo que tuve de soledad, estaba completamente solo aunque estaba rodeado de personas. Qué es lo que hice mal para llegar hasta ahí, cómo me había podido alejar tanto del sentimiento de humanidad. Fue en la Naturaleza cuando noté mi muerte. No se trataba de un cambio superficial, hacer unas cosas por otras; en ese momento tomé consciencia, tengo una vida, la mía, me tengo a mí; entonces sentí la fuerza para cambiar mi vida, dejar de mirar mis deseos, mis necesidades, derrotarme totalmente ante mi ego, abrirme a los demás, mirarles a los ojos, ver su humanidad, reconocerme en ellos. Volver a morir ha sido la experiencia más increíble de mi vida, la que me ha hecho sentirme conectado conmigo, con los demás, con todo lo que vive, con todo. Sentir la insignificancia de mi yo, ser consciente de que lo más importante en mi vida es el amor, poder dar, recibir amor. Pero para eso necesito ser mejor, primero quererme a mí mismo, después a los demás, pedir ayuda para lograrlo. Dar un sentido a mi vida, uno en el que me vea que puedo aportar algo a los demás; necesito ser mejor en lo que hago, aportar cosas de valor a los que están conmigo, hacer sus vidas mejores, ellos hacen la mía mejor. Es el empeño, escribir, buscar, aprender, hacer, compartir con los que me acompañan en este camino, el de evitar en lo que se pueda el sufrimiento. La derrota total ante mi ego me acerca a la buena vida.
