Dejar de ver a las personas un medio para conseguir algo. Mi forma de relacionarme estaba basada en satisfacer mis necesidades; de forma inconsciente estaba mirando por mis propios intereses creyendo que lo mejor era que la otra persona hiciese lo que yo pensaba, mirando por ella también estaba mirando por mí. Mi actitud era más activa, intentaba convencer de mis ideas, buscaba el cambio de la otra persona, como si yo supiera lo que le convenía, no me limitaba a informar, la animaba a actuar en vez de esperar a que ella lo pidiera. Buscaba más lo superficial y falso, como atajos para llegar antes a tener más, ser más de lo que soy. Mi relación con los demás estaba basada en que hicieran lo necesario para yo sentirme bien. La manipulación de los demás nunca me ha servido para acercarme a la buena vida y sí para alejarme. He tardado mucho tiempo y necesitado la ayuda de un grupo de personas para ser consciente de esto. Ahora veo a los demás con una mirada diferente; siento que las personas son las que tienen el poder de hacerme sentir alegre o triste, puedo verles solo como un medio para hacernos mutuamente más felices. Darme cuenta que cada persona intentará hacer lo mejor para ella, ofrecerme solo para ayudar, no adelantarme a sus decisiones, calmar mis nervios, derrotarme ante la impaciencia, perder el temor a lo que pase, aceptar el resultado como algo que sucede por estar vivos. Ver a las personas sin ningún tipo de interés me acerca a la buena vida.
