Compartir mis asuntos con otras personas hace que me obligue a ver las cosas desde otras perspectivas, con otras ideas y puntos de vista que amplían mi conocimiento del asunto y hace que sea más consciente al sacar a la luz algo que afecta a mi estado de bienestar. Son las otras personas las que me ayudan a mejorar mis decisiones y comportamientos en la vida. Dejarme ayudar, una actitud humilde que hago de forma inconsciente cuando permito a los demás que se manifiesten aunque yo no comparta algunas de sus ideas. Solo por el hecho de escuchar puedo ver la opinión que, sobre algo, tiene esa persona, cómo vive ella esa cuestión; eso hace que tenga otra opinión a la mía, lo que me permite compararla y mejorar mi sano juicio. Esto lo percibo mejor cuando ambos somos conscientes de ese comportamiento, cuando queremos plantear cuestiones que nos interesan, lo que hacemos es dar nuestro punto de vista, sin intentar cambiar el del otro, de esta manera logro poner en palabras mis pensamientos; esto hace que tome más consciencia del asunto, además me enriquezco al oír la opinión de la otra persona. Pero esto lo siento más cuando noto que ambos tenemos una actitud de ser mejores personas, de actuar mejor. Los demás me ayudan a ver mi realidad en la suya, a esforzarme por dar forma a mis pensamientos, no dejarme llevar por los instintos en cosas que son importantes. Compartir las cosas importantes me acerca a la buena vida.
