Desde que entré con veintinueve años al Programa de los Doce Pasos e ido liberándome de cosas, las primeras afectaban a mi cuerpo, como el alcohol, las drogas, el tabaco, los azúcares y las grasas, después me he ido liberando de las que afectaban a mis emociones, como la ira, los celos, la envidia, la desconfianza y la impaciencia.
En este Paso Once estoy teniendo un nuevo sentimiento de libertad, es algo que me aporta mucho bienestar, ver como puedo llegar a acuerdos con mi pareja para vivir mi propia vida, hacer las cosas que me gustan, como salir a la montaña, sin él temor a que eso conlleve a la ruptura.
Vuelvo a recuperar ese espíritu joven en el que me siento ligero, pero esta vez sin dependencias, más calmado, más estable, más alegre, más libre.
Veo como El Programa de Doce Pasos me está marcando el camino de la auténtica libertad, la libertad del pensamiento.
Al poner un guardián en cada uno de mis sentidos logro evitar consumir mucha información tóxica, y esto me ayuda a tener pensamientos más sanos, más positivos.
Al vivir parte del día en la atención plena a la respiración y a mi cuerpo, logro pensar menos, y esto no solo me libera de preocupaciones , proyectos, y sufrimientos, sino que me hace ver lo maravilloso que es todo. Este Paso me está ayudando a recuperar el espíritu de libertad.
