La otra persona me hace sufrir, este paso once me enseña a gestionar ese sufrimiento. Lo primero que necesito aprender es que si me hace daño es porque la pasa algo. Nadie que esté bien hace daño a los demás. Las personas que están mal la forma en cómo lo manifiestan es haciendo daño, a ellas mismas, a los demás. Entender esto es lo fundamental para gestionar mi sufrimiento, más tarde intentaré comprender porque esa persona está mal. Pero ahora que me ha hecho daño necesito gestionarlo, no reaccionar, de malos modos, ni devolver el daño con daño, necesito conectar conmigo mismo, darme todo el cariño del que soy capaz, sin caer en la autocompasión. Lo mejor sería superar la situación lo antes posible, tener un momento para restablecer la buena relación, pero si veo que no puedo, es mejor no hacer nada que intentar forzar la reconciliación. Aquí necesito derrotarme ante la impaciencia, poder esperar al mejor momento, en el que los dos estemos tranquilos y la situación lo permita.
