Paso Once LV, sufrir

Cuando tengo que sufrir sufro, y cuando no tengo porqué sufrir sigo sufriendo. Necesito aprender a ver que el sufrimiento no es algo que tengo que alimentar, con la autocompasión, con los miedos, con la culpa, necesito aprender a sufrir. Primero necesito buscar mi sano juicio, ese que logra hacer de entre lo que quiero lo que me conviene, con esto logro evitar situaciones que me hagan sufrir. Cuando sufro, mi Poder Superior, La Naturaleza, me ayuda a desdramatizar, y desde una posición más tranquila puedo afrontar la derrota ante la impaciencia. Mi sufrimiento necesita una atención y un tiempo para su curación, pero después de media hora o una hora se irá, ese sufrimiento no se va a quedar para siempre. Cuando me venga una emoción fuerte de sufrimiento necesito retirarme a un lugar tranquilo y, como practico la meditación, llevar la atención a mi respiración, notando cómo al inhalar entra el aire hasta el fondo de mi cuerpo, y al exhalar sale el aire lentamente. Necesito aprender a no dramatizar todo lo que me pase, para esto me ayuda mi Poder Superior, La Naturaleza. Necesito aprender que a mi sufrimiento le puedo ayudar sino lo empeoro con mis reacciones, de ira, de enfados, con conflictos. Estas reacciones pueden multiplicar por dos, por tres, o llegar a ser insoportable el dolor que sienta, no por lo que lo produjo inicialmente, sino por mis reacciones posteriores. Aprender a cuidar mi sufrimiento inicial es necesario para sufrir menos; aprender a no dramatizar todo lo que pasa; aprender a no reaccionar para no incrementar el dolor. Sufrir menos y tener más bienestar, eso es lo que me promete este camino; que me acerca a la buena vida.