Paso Once LVI, mi niño interior VIII

Voy a cuidarte, poniendo un guardián en nuestros sentidos.
En nuestros ojos y oídos, vamos a intentar ver lo menos posible la radio y la televisión, programas que meten miedo al fijarse solo en lo malo que pasa en el mundo, solo se fijan si un avión se ha estrellado y no se fijan en los miles de aviones que llegan bien a su destino. La radio y la televisión sacan lo peor del mundo.

Voy a cuidarte no exponiéndonos a conversaciones que son de críticas, de quejas, malintencionadas, que generan odio y discriminación.
Voy a cuidarte poniendo un guardián en nuestra boca, en lo que comemos, tomando lo menos posible de azúcares y grasas.
Voy a cuidarte poniendo un guardián en nuestra nariz, para dejar pasar solo los olores que nos hagan sentir bien.
Voy a cuidarte poniendo un guardián en nuestra mente, apartando los malos pensamientos cuando se presenten, llevando nuestra atención a la respiración.
En lo que siento, apartando la atención de sensaciones que nos perjudiquen.
La manera en cómo puedo dejar de huir de mi, de tener comportamientos que no son míos para que me quieran más, es volviendo la atención a mi niño interior.

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