La meditación, en este Paso Once, me está ayudando a eliminar pensamientos basura. Muchas de las cosas que pienso durante el día son pensamientos, unos absurdos, otros de temores, otros de cosas que han pasado, otros de cosas que podrían pasar, otros de preocupaciones, otros de críticas, otros juicios, y muchos otros. Veo como la mayoría de todos esos pensamientos no aportan nada bueno, pero consiguen apartarme de lo verdaderamente importante, vivir plenamente y en libertad. En este Paso Once he podido darme cuenta que la verdadera libertad es la del pensamiento. Mientras que esté atado a pensamientos que reviven, una y otra vez, situaciones de sufrimiento o preocupación, no llegaré a ser libre. La meditación me está facilitando tener menos pensamientos, y lo consigue cuando la practico durante el día, cuando me cepillo los dientes sin pensar en nada más que en sentir cómo me cepillo los dientes, en preparar el desayuno apartando todos los pensamientos y siendo consciente de cómo preparo el desayuno, en caminar al trabajo meditando mientras camino prestando sólo atención a como apoyo la planta del pie en el suelo y a la respiración; mientras estoy en el autobús, medito mientras espero en algún sitio para lo que sea. Todos estos momentos de meditación haciendo cosas del día a día, me permiten eliminar muchos de los pensamientos que antes me impedían conectar con la vida, mi cuerpo estaba aquí pero mi cabeza estaba en otro lugar.
