Paso Once LXXIV, escucha profunda

Ser capaz de escuchar no es solo entender y comprender, a mi y a los demás, también es escuchar con los cinco sentidos. Sino soy capaz de ser consciente de cómo me siento, no podré escuchar a los demás como se sienten. Necesito escuchar a mi cuerpo,  él es el que nota todos los estímulos exteriores y según se encuentre me manifiesto de una manera o de otra. Si mi cuerpo esta dormido,  o cansado, o nervioso, o tiene hambre, o está alterado, es muy posible que la manera en cómo me manifieste no sea la mejor, incluso haciendo daño. Si mi cuerpo está tranquilo, mi estado mental será de calma, y podré manifestarme de una manera más amable. Saber escuchar, primero a mi cuerpo y después a los demás, es el orden para que la manera de comportarme sea desde el amor, con palabras que unan, que sumen, que construyan.
Primero necesito aprender a escuchar mi cuerpo, después sabré practicar la escuchar profunda con los demás, para poder relacionarme de una manera sana y afectuosa con todos.

 

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