Paso Once LXXXVIII, la belleza del mundo

La vida sé que es maravillosa, vivir es un regalo, disfrutar de la belleza de la naturaleza, del amor de las personas, sentir como entra y sale el aire de mis pulmones, con esto bastaría para tener una buena vida, sin embargo hay algo que se interpone entre la belleza del mundo y yo, es mi ego, ese que cuando las cosas no son como el quiere, cuando siente que los demás no le tratan como le gustaría, entonces tiñe toda la belleza de gris, y no me deja disfrutar de cada momento, anestesia mis sentidos para no ver lo hermoso que es un árbol, no oir los cantos de los pájaros, no saborear la comida, no oler el aroma de las plantas, no sentir la brisa en la cara. Para conseguir reducir a mi ego, mi naturaleza dispone de la humildad, no en el sentido de pobreza, sino en el sentido de impotencia, practicar la humildad me hace aceptar la vida tal y como es, mi humildad se declara impotente para cambiar a los demás, para cambiar las cosas; reconoce que solo puede cambiarme a mi mismo, es desde esa actitud, cuando dejo que las cosas y las personas se manifiesten como son, sin interferir, sin manipular, sin controlar, sin enfadarme, solo disfrutando cuando lo que veo, oigo, huelo, como y siento me hace estar bien; y separándome o protegiéndome cuando me puede hacer daño. La humildad y el ego ocupan una caja pequeña dentro de mi, ambas la llenan por completo, pero cuando logro practicar la humildad el ego se hace más pequeño, y cuando estoy mal porque las cosas no son como yo quiero, la humildad se vuelve más pequeña. Practicar la meditación me ayuda a calmarme, y en ese estado lo puedo ver mejor, al igual que si en un estanque el agua está quieta puedo ver el fondo pero si la muevo las ondas no me permite ver. Mi práctica de la meditación hace que pueda ver con claridad que el camino de la sanacion es el que lleva a mi niño interior, protegiéndole me protejo también a mi, queriéndole me quiero, cuidándole me cuido también a mi. De esta manera puedo quitarme el filtro que me impide ver la belleza de la vida y disfrutar de ella.