Por diferentes motivos voy dejando de asistir a los grupos, dejando de compartir, de relacionarme con mis compañeros del grupo; también voy dejando de salir a la montaña con otros grupos, en el trabajo mi compañera se ha quedado en su casa para trabajar desde allí, todo esto y otras pequeñas cosas están deteriorando mi recuperación y noto como tengo retrocesos. La soledad me está produciendo un sentimiento de pérdida de calidad de vida. Al sentir que mi vida está siendo menos interesante, ir al trabajo, volver a casa, hacer cosas personales, es una rutina con alicientes pero en soledad. De alguna manera estoy dejando de ser fiel a mí mismo. Esta nueva forma de vida me está generando pensamientos que creía olvidados. Al perder interés por mi vida me conecto con la vida de las personas que están cerca de mí, recaigo en la codependencia, comienzo a manifestar comportamientos de control y desconfianza. Afortunadamente conozco el camino para volver a la buena vida. Lo primero es ser consciente de esto, hablarlo con las personas más cercanas, sobre la que recae mi comportamiento, aunque de momento sin lamentar daños; busco su comprensión y compasión para que me ayude; llegar a acuerdos en los que acepte un cambio en la forma en que nos relacionamos, con más libertad. Volver a los grupos donde trabajen el Programa de los Doce Pasos, a otros de meditación, volver a salir a la montaña con los grupos de antes, con otros nuevos; esto me vuelve al camino de la buena vida
