Paso Once XLV, volver a mí

Sentir los beneficios de la meditación. Siento que con la meditación puedo lograr algo que deseaba desde que era joven, volver a mí, recuperarme, sentir que el que dice y el que hace no es una persona ajena a mí, sino yo mismo. Sentir que puedo dejar de decir, de hacer, de tener comportamientos que no son míos. A mi edad pensaba que ya no lo podría conseguir, y ahora practicando la meditación voy conectando cada vez más con mi niño interior. Cuando llevo mi espiración a esa parte de mí, con afecto y una sonrisa, me siento a gusto. Ahora cuando me veo diciendo, sintiendo, haciendo, comportándome como alguien que no soy yo, tengo una forma de volver a mí; parar, dejar de hablar, derrotarme ante esa actitud, callarme para llevar mi atención a mi respiración, sentir como el aire entra en mi cuerpo, llevar el aire que sale a mi niño interior. Pero para lograr esto necesito practicar, con atención plena, concentración, llevando mi atención a la respiración, conectando conmigo. Al practicar así cada día, logro que cuando lo necesite pueda llevar mi atención a mi niño interior.