Conectar con mi cuerpo. «Reconocer la inspiración como inspiración y la espiración como espiración» Al inspirar se que estoy inspirando, al espirar se que estoy espirando. Es muy simple pero puede tener un efecto muy profundo. Cuando prestas atención a la respiración y la reconoces, dejas ir de forma natural el pasado y el futuro, vuelves al momento presente. Empiezas a generar la energía de mindfulness y la concentración, y a lograr un cierto grado de libertad. El aire lo noto, en las aletas de la nariz o en algún otro lugar de la nariz, cuando entra, cuando sale. No hay que forzar, solo ser consciente de algo que hacemos de forma inconsciente. Nuestro cuerpo está trabajando todo el día, sin que nosotros nos demos cuenta. Se trata de ser consciente de este trabajo que mi cuerpo hace, llevar mi mente a mi cuerpo a través de la respiración. Se aconseja que la espiración sea un poco más larga que la inspiración, así nos da más tranquilidad. El proceso es, recuperar tú atención, notar la respiración, notar que la mente se ha ido a la deriva, restablecer tú atención.
