Meditación a mi niño interior sobre lo que soy ahora. Voy conectando cada vez más con mi niño interior, cada vez lo hago con más facilidad. Por las mañanas mientras camino al trabajo le hablo y le digo que ya no tiene por qué tener miedo; ahora hemos crecido, somos mayores; podemos afrontar la vida sin miedos. la conversación que tengo con mi niño interior es sobre la satisfacción que puedo sentir al ver en qué se ha convertido ese niño, en una persona que ha cuidado su cuerpo; a los 60 años puedo estar feliz de cómo soy, de que todos mis órganos estén bien, de que no me duela nada; de cómo he cuidado de mi mente, liberándome cada vez de más cosas, unas físicas, otras mentales, otras emocionales. Puedo decirle a mi niño interior que tengo la intención de seguir por este camino, seguir intentando liberarme de otros miedos. Hablar con mi niño interior me acerca a la buena vida.
