Voy viendo cómo me va siendo cada vez más fácil conectar con mi niño interior, hablar con él, disfrutar de su compañía mientras ando, mientras estoy sentado, en cualquier momento. Solo tengo que sentirle para que me transmita una sensación de bienestar, para que me saque de las preocupaciones, pensamientos, de mis lucubraciones mentales, para traerme al momento presente. Decirle que ya no tiene porqué tener miedo de manifestarse, ahora hemos crecido, se puede sentir seguro, no hay nada que temer para mostrarse como él es, una persona amorosa, auténtica. Este Paso Once me está regalando una sensación de bienestar al poder sentir que he crecido pero mi niño interior sigue estando en mí; ver en qué se ha transformado, una persona mayor que ha conseguido muchas cosas de las que él se puede sentir orgulloso, como la de haber recuperado las buenas relaciones con su pareja, con sus hijos, familia, amigos, compañeros de trabajo, con los demás. Ahora puedo conectar con mi niño interior y decirle que me acompañe, sentirle, disfrutar de estar con él. Llevo pocos meses en este Paso Once y ya estoy sintiendo su enorme fuerza; hace que mire dentro de mí para sacar lo mejor de mí. Ya no tengo necesidad de huir de mí hacia comportamientos que no son míos, cosas que digo, que hago que son de otros y que las adopto para protegerme de no sé qué. Ahora puedo dejar que mi niño interior se manifieste como lo que es, una persona amorosa y auténtica. Buscar la compañía de mi niño interior me acerca a la buena vida.
