Con la fuerza de este Paso Once, a través de la meditación, de mindfulness, voy logrando tener una energía nueva. Comienzo a sentir el poder de esta fuerza. Es una energía que me acerca más a la buena vida. Me ayuda a tener una mejor relación conmigo mismo, conectando con lo más auténtico y amoroso de mí, mi niño interior. Esta fuerza de mindfulness me ayuda a poder estar más atento a mis emociones, sentimientos; me ayuda a conectar más, mejor con mi cuerpo, a disfrutar más de él, a recuperarme de molestias, de lesiones. Esta nueva energía que estoy sintiendo me permite ser más consciente de mi cuerpo; cuando estoy alterado, a través de la respiración consciente entro en contacto con mi cuerpo, lo calmo, y noto cómo mi mente se calma; ese es el orden, para calmar mi mente necesito calmar primero mi cuerpo. Con la práctica de la meditación voy adquiriendo la habilidad para conectar más fácilmente con mi cuerpo y calmarlo. Comienzo a ver que dentro de mí existe un Poder Superior desconocido hasta ahora. Este Paso Once desde el principio me pidió que dirigiera mi atención hacía mi interior. Hasta ahora el contacto con mi Poder Superior había sido de mí hacía fuera, ahora este Paso Once ha cambiado el enfoque, me pide que mejore el contacto con mi Poder Superior pero lo que no me esperaba es buscarlo dentro de mí. Voy comprendiendo mejor que la manera de llegar a calmar mi mente es a través de practicar sobre mi cuerpo, a través de la respiración consciente puedo ir cargándome de esta energía que me acerca a la buena vida.
