Relaciones personales, paso ocho

Algo impensable de conseguir “Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos” Estar esclavizado durante tanto tiempo de mis temores, sufrir por su causa, soltar, lanzarme al vacío, superar el miedo al abandono, de los más cercanos, de todos. Sentirme como único, como mi mejor compañero, quererme. Este fue el día que volví a morir, el comienzo de mi nueva vida. En ese momento me encontré con una persona a la que tenía que cuidar, yo, digna de amor con mis defectos y virtudes, tomar la decisión de darle prioridad ante los demás. Dedicar un tiempo para crear mi plan de vida, el que yo decida, luchar por seguirlo. Una de las cosas que incluyo en el plan es la reconciliación con las personas, al principio de los más cercanos solo los que me permiten acercarme a ellos, de los demás a los que están dispuestos a compartir una espiritualidad en la Naturaleza. Notar el cambio, buscar mi aprobación, mi compañía, mi amor, valorarme; esto ha sido necesario para poder conectar con los demás, que me vean como alguien con valor, que sientan que si no me tienen en sus vidas hay algo que pierden, que echan en falta. Dejar de manipular sus vidas, preocuparme de vivir yo la mía, compartirla con ellos. Hacerles mejores, dejar que ellos me hagan mejor a mí. Derrotarme ante mis defectos de carácter, ante mi ego. Reparar el daño que les he causado desde lo más auténtico de mí me acerca a la buena vida.